Tras una serie de altibajos en el principio de la temporada, y una constancia que se acerca más a los objetivos de la escudería en estas últimas fechas, es como Sergio Pérez llega a casa para afrontar el Gran Premio de México bajo los colores y el volante de Red Bull.
El piloto tapatío llega con todo a favor para poder ser protagonista y regalarle un resultado de ensueño a toda la fanaticada mexicana que asistirá el fin de semana, pues en las últimas dos carreras ha logrado llevarse dos podios de tercer lugar, buscando en el Hermanos Rodríguez ver la bandera a cuadros dentro de los primeros puestos.
Sumado al buen momento que vive Max Verstappen y Checo Pérez, se encuentra el tema estadístico como en cada deporte, siendo beneficiada la escudería del toro rojo al tener buenos registros cada que visitan México, ya que el piloto holandés ha ganado dos veces en este trazado 2017 y 2018; y la escudería solamente ha quedado fuera del podio en dos de las cinco ocasiones mas recientes.
Aunque la idea de ver a Checo ganar el GP de México tal y como Max lo hizo en casa tras el GP de Países Bajos sería perfecto, pero la realidad es que la prioridad de victoria esta puesta en su compañero Verstappen, entendiendo el piloto tapatío su rol incluso en casa.
Antes de la carrera, las Practicas Libres darán ese margen a Checo para poder ajustar el RB16 a sus necesidades quedando a punto para la Qualy del día sábado, siendo este el lado flaco del piloto mexicano sobre todo en el Hermanos Rodríguez, pues solamente en dos ocasiones ha podido ver la Q3.
México puede significar para Red Bull la carrera que cambie el rumbo del campeonato, pues la mínima diferencia que tiene mercedes sobre Red Bull pudiese desaparecer y ser la escudería Británica la nueva líder tanto en tabla de constructores y de pilotos, importando mayormente la primera para el Toro Rojo, ya que puede romper esa hegemonía que la parrilla alemana tiene desde 2014.
Temas relacionados:
