Tanto el futbol como la vida dan muchas vueltas, siendo aplicable estas palabras para Pablo Leandro Gómez, futbolista nacido en Argentina pero de nacionalidad mexicana que juega para el equipo del Atlante en la ahora Liga de Expansión.
El nombre de Pablo Hernán Gómez es muy recordado hace ya unos ayeres en la escuadra de los Tuzos, institución en la que logró ganar un título de liga y poner así a los de Pachuca en al orbita de los clubes que empezaban a tomar relevancia en el nuevo siglo con ese primer título.
Si bien su carrera en México fue corta al solo estar 3 años en activo, consiguió ganarse la titularidad y coronarse en el máximo circuito, aunque desafortunadamente el argentino falleció junto a su esposa, quedando solamente sus dos hijos con vida luego del accidente automovilístico que sufrieron cuando iban rumbo a Pachuca.
Leandro es el hijo de aquel futbolista que inicio la historia de un gran club como lo es Pachuca en la actualidad, teniendo él ahora la oportunidad de poderse coronar campeón en el mismo estadio en el que su padre alzó el primer título de los Tuzos, antes llamado Estadio Azul, ahora conocido como Ciudad de los Deportes.
Su carrera de Pablo Leandro no ha sido sencilla, teniendo prácticamente gran parte de su formación en un Puebla que nuca le dio los minutos necesarios para poderse consolidar en el máximo circuito, teniendo que abandonar la institución angelina para pasar al ascenso, liga en la que vería una regularidad constante con los Cimarrones de Sonora hasta la desaparición del Ascenso y la aparición de la ahora Liga de Expansión, siendo transferido al equipo de los Potros de Hierro del Atlante.
Con la camiseta de los capitalinos, el medio ofensivo ha logrado participar en 12 juegos, iniciando en 11 como titular, anotando 2 goles en casi 1000 minutos en cancha. Todo indica que Pablo arrancará como titular en este juego de ida de la final en contra de Tampico Madero o conocido por todos como la Jaiba Brava.