Por: Cortesía

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Pesadilla en Cancún: Dos jóvenes estadounidenses denuncian haber sido drogadas en un bar y enfrentan una lucha por su vida

Dos universitarias estadounidenses denuncian posible drogadicción en Cancún y enfrentan batalla médica.

Zara Hull y Kaylie Pitzel, dos jóvenes universitarias de Oklahoma, han denunciado que fueron potencialmente drogadas en un bar de Cancún durante sus vacaciones la semana pasada. Hull, junto con su amigo Jake Snider y otros compañeros, había viajado a Cancún el jueves pasado para disfrutar de unas vacaciones que rápidamente se convirtieron en una pesadilla.

Según Hull, tras pasar un día en la piscina, tanto ella como Kaylie decidieron pedir agua en un bar. “Ambas pedimos agua y, dentro de dos minutos, Jake se dio la vuelta y ambas caímos sobre la barra con las cabezas abajo al mismo tiempo”, comentó Hull en una entrevista con CBS News. Hull añadió que nunca había experimentado algo similar: “Estaba tan pesada que no podía levantar la cabeza ni moverme. De repente, comencé a tener convulsiones”.

Ante la emergencia, Snider llevó a Hull a un hospital privado, donde el personal médico exigió miles de dólares por el tratamiento. Kaylie, por su parte, recordó que ambas fueron llevadas de regreso a sus habitaciones en sillas de ruedas. “No podíamos caminar, no podíamos hablar, no podíamos hacer nada”, comentó Kaylie, quien se despertó al día siguiente con fuertes náuseas, dolores y dificultad para moverse.

La situación en el hospital fue alarmante. Según Snider, tuvieron que pagar un mínimo de 10,000 dólares para que Hull recibiera atención. Durante la noche, Hull sufrió múltiples convulsiones, lo que llevó a los médicos a intubarla, decisión que la madre de Jake, Stephanie Snider, consideró innecesaria. “El hospital no la estaba tratando; le estaban inyectando medicamentos para mantenerla sedada”, escribió Stephanie en Facebook. La familia tuvo que pagar 26,000 dólares adicionales por una ambulancia aérea para trasladar a Hull de regreso a Estados Unidos.

La recuperación de Hull y la situación de Kaylie

Hull permanece hospitalizada mientras los médicos investigan la causa de su condición. Inicialmente, necesitó asistencia respiratoria y fue conectada a un respirador durante varios días. “Creemos que pudo haber sido fentanilo sintético”, comentó Hull a KFOR. Ahora, enfrenta un largo proceso de fisioterapia para poder caminar de nuevo. Kaylie, aunque no requirió hospitalización, también experimentó síntomas graves durante las primeras 24 horas y, días después, sigue sin sentirse bien.

Ambas jóvenes no recuerdan lo que sucedió después de tomar el vaso de agua que cambió sus vidas. “No tenemos muchas respuestas, no sabemos qué les dieron en el hospital o en el resort”, declaró la madre de Hull, Rilee Works. Sin embargo, la familia recibió una pequeña esperanza cuando, el lunes por la noche, Hull logró levantarse de la cama con ayuda y caminar hasta el baño. Desde entonces, ha sido trasladada fuera de la unidad de cuidados intensivos a una unidad de neurología como precaución.

Hull expresó su temor ante la situación: “Da mucho miedo porque hay momentos en que me pregunto, ‘¿voy a salir de esto?’. Nunca más vamos a salir de Estados Unidos”, afirmó. También cuestionó la seguridad de los complejos turísticos: “Dicen que es el lugar más seguro, que no lo abandonemos. Eso no es cierto”, añadió.

Por motivos de seguridad, las estudiantes han decidido no revelar el nombre del hotel ni del hospital. Mientras tanto, las familias están solicitando donaciones para cubrir las crecientes facturas médicas de Hull, que ya suman decenas de miles de dólares.