De acuerdo con el funcionario, en un operativo de verificación se inspeccionaron siete negocios formales; de ellos, dos fueron cerrados por exceder los horarios permitidos, tres carecían de documentación y únicamente dos cumplieron con los requisitos establecidos.
Rodríguez Álvarez explicó que algunos puntos operaban de forma clandestina dentro de cocheras o viviendas, donde se ofrecían bebidas como micheladas y azulitos. Este tipo de prácticas, señaló, representan un riesgo y continúan siendo un foco de atención para las autoridades municipales.
Finalmente, agregó que se mantienen los operativos en el Centro Histórico, con el objetivo de inhibir el comercio informal y reforzar la seguridad en la zona, lo que —aseguró— ha permitido mostrar avances positivos en el ordenamiento del espacio público.