El edil aseguró que los árboles serán sustituidos como parte de un plan de reforestación en la zona, pero no precisó los plazos ni el número total de especies a plantar. La falta de información concreta ha alimentado la desconfianza entre regidores de oposición y ciudadanos que consideran que la intervención pudo haberse realizado con mayor transparencia.
Chedraui Budib respondió a las críticas exhortando a los regidores opositores a informarse mejor sobre los objetivos del programa, el cual —según su versión— busca recuperar espacios públicos y garantizar condiciones seguras para los visitantes. Sin embargo, la discusión evidencia la falta de consensos en torno a la gestión ambiental del municipio y abre un debate sobre la pertinencia de priorizar obras urbanas sobre la preservación del patrimonio natural.
La controversia en torno a “Calle Viva” deja en claro que el éxito del programa dependerá no solo de la ejecución de obras, sino también de la capacidad del Ayuntamiento para convencer a la ciudadanía de que las decisiones se toman con criterios técnicos sólidos y no como parte de una política urbana improvisada.