Miles de migrantes de la caravana que partió hace días de Centroamérica lograron en la madrugada de este jueves cruzar a territorio mexicano por un tramo del río Suchiate, el límite geográfico natural que separa Guatemala y México, aprovechando la ausencia de autoridades en la frontera. Aunque temen que la Guardia Nacional los detenga.
Sin enfrentarse a resistencia ingresaron por el río y comenzaron a caminar por una carretera de Ciudad Hidalgo en Chiapas.
"Todo salió bien, aquí seguimos... hay que confiar en Dios", dijo a Noticias Telemundo uno de los integrantes del convoy que no se identificó y que durante casi dos días llevaban varados en la orilla de ese río a la espera de encontrar el momento para ingresar a México.
El cruce este jueves sigue a los enfrentamientos entre un grupo de los integrantes de la caravana y la Guardia Nacional el lunes, que resultó en la detención de más de 400 migrantes, que ya fueron deportados a sus países de origen.
Pero no son los únicos que han retornado, porque al menos 752 inmigrantes hondureños de más de 4,000 que salieron de su país en caravana entre el 14 y 15 de enero hacia Estados Unidos, han sido deportados desde Guatemala y México, informó este miércoles una fuente oficial de Honduras.
De los 752, este miércoles llegaron 532 procedentes de México y Guatemala, por vía aérea y terrestre, indicó la Casa Presidencial hondureña en un comunicado.
El resto llegó el martes en dos vuelos de la Policía Federal de México al Aeropuerto José Ramón Villeda Morales, de San Pedro Sula, norte de Honduras.
Entre los deportados figura un "supuesto organizador de la caravana que salió la semana pasada desde San Pedro Sula", según las autoridades hondureñas.
Se trata de Héctor Edgardo Cárcamo, de 29 años, originario de San Pedro Sula, adonde llegó resguardado por elementos de la Guardia Nacional de México y fue requerido por autoridades de su país.
Las autoridades migratorias hondureñas esperan el retorno de al menos 1,900 deportados de México.
Según las autoridades migratorias de Honduras, algunos de los inmigrantes "decidieron retornar de manera voluntaria".
Los retornados por vía terrestre fueron recibidos en el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), de Omoa, en el caribeño departamento de Cortés, fronterizo con Guatemala.
Algunos de los deportados desde México, el martes, dijeron a los periodistas en San Pedro Sula que no han desistido en su intento de llegar hasta los Estados Unidos, y que se volverán a ir del país porque en Honduras no pueden conseguir trabajo.
Otros, de los que ya han regresado, dijeron que el viaje en caravana fue un "fracaso" y le recomendaron a sus compatriotas que tengan intención de irse de manera ilegal, que no lo hagan, por el "sufrimiento" que implica, el riguroso resguardo en las fronteras y el requerimiento de un pasaporte que exigen las autoridades migratorias de México que les ha ofrecido 4,000 empleos y asistencia médica.