Por: Cortesía

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Después de 5 años reabren el ex Convento Franciscano de Cuautinchán

Cuautinchán, Pue. - Después de cinco años de haber estado cerrado por daños ocasionados por el sismo del pasado 19 de septiembre del 2017, fue reabierto al público el ex Convento Franciscano de Cuautinchán en honor a San Juan Bautista; este inmueble ejemplo de la arquitectura franciscana del siglo XV fue restaurado en su primera etapa.

En el evento de la reapertura del inmueble cultural, estuvo presente la titular de la Secretaría de Cultural federal, Alejandra Frausto Guerrero quien felicitó a los tres niveles de gobierno y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por su trabajo y aportación al rescatar el espacio.

Agregó que este edificio antiguo en su interior cuenta con muros decorados al fresco que destacan por su manufactura indígena –tequitqui-, que percibe los pigmentos que tlacuilos usaban en códices, además de ser una obra de arte sacro y cuenta con un retablo testero también del siglo XVI por estar completo es considerado el más antiguo del continente americano.

Cabe mencionar que el ex Convento Franciscano de Cuautinchán fue uno de los 621 inmuebles afectados por el sismo de septiembre del 2017 en Puebla, y de los más de tres mil edificios patrimoniales dañados en varios puntos del país. Es por ello, ha sido importante la reapertura del lugar al público, pues no solo con la restauración sino con la labor de cuidado y conservación que pueda hacer la comunidad, será su tiempo de vida.

Por su parte, Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla mencionó que, en el caos de la entidad poblana y sus 621 inmuebles dañados, solo se han intervenido el 64 por ciento de ellos, siendo casos importantes el propio Cuautinchán, el templo de Atzala y el convento de Santo Domingo, en Izúcar de Matamoros, además de Tochimilco, que forma parte de los conventos de la ruta del Volcán, considerados patrimonio por la Unesco.

Al referirse al ex Convento de Cuautinchan, explicó que se consolidó la nave principal, acción que hace posible su uso social, comunitario y religioso. “Se realizaron una serie de estudios, de protecciones y apuntalamientos. Se hizo un proyecto de restauración que no existía y era necesario hacer para entender cuál es la manufactura del edificio, cómo puede vibrar o moverse una estructura así ante un sismo, en qué sentido, en qué coordenadas, y entender cómo se defienden de los sismos”, señaló Manuel Villarruel.

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