Puebla, Pue.-En un emotivo acto litúrgico, el Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa encendió la primera vela de la Corona de Adviento, marcando el inicio del periodo de preparación espiritual para la Navidad. Durante la ceremonia, el Monseñor hizo un llamado a la unidad familiar y a la necesidad de generar un cambio individual para recibir con fe y esperanza la celebración del nacimiento de Jesús en el nuevo año religioso.
Al bendecir la Corona de Adviento, el Arzobispo destacó la importancia de la unidad familiar, considerándola como parte trascendental de la Corona. Hizo hincapié en que el Adviento es un tiempo de esperanza, algo que el mundo actual necesita desesperadamente. En sus palabras, "nuestro mundo necesita una gran dosis de esperanza, especialmente aquellos que viven desesperanzados".
Enfatizando el significado espiritual del Adviento, el Arzobispo recordó que este periodo es una preparación para la celebración del nacimiento de Jesús en familia. "Al iniciar nuestro nuevo año litúrgico, en el que el signo hermoso es la corona de Adviento, nos empezamos a preparar para los días de la Navidad", expresó.
Dirigiéndose a los creyentes, el Arzobispo instó a pedir la intercesión de la Virgen María para iluminar a toda la población y disipar las tinieblas. Sugirió "revestirse" con las armas que irradia la luz, invitando a enfrentar la oscuridad con la esperanza que el Adviento simboliza.
En cuanto a la simbología de las velas de la Corona de Adviento, el Arzobispo explicó que la primera vela, de color morado, recuerda la profecía de los profetas que predijeron el nacimiento de Jesús. Las próximas velas, también de color morado, representan la fortaleza de María y José en su camino hacia Belén, la alegría por el nacimiento de Jesús, y finalmente, la paz, respectivamente.
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