Puebla, Pue.- El pasado domingo 27 de agosto, la capital poblana experimentó una intensa actividad eléctrica acompañada de fuertes lluvias, lo que llevó a la activación del Operativo Acuario para gestionar los posibles efectos adversos. Adán Domínguez Sánchez, gerente de Gobierno y Gestión del Municipio de Puebla, informó que, a pesar de algunas inundaciones menores en zonas del norte de la ciudad, no se registraron daños materiales ni situaciones de riesgo significativas.
El funcionario municipal resaltó que las áreas más propensas a inundaciones no sufrieron graves consecuencias y subrayó que las precipitaciones acumuladas alcanzaron los 8.1 milímetros. Esta cifra condujo a la puesta en marcha del Operativo Acuario, diseñado para mitigar y controlar incidentes relacionados con el clima adverso.
En sus declaraciones, Domínguez Sánchez aseguró que el trabajo conjunto de los equipos de Protección Civil, la Policía Municipal y Tránsito fue clave para mantener bajo control la situación. Aunque hubo algunos encharcamientos, especialmente en el norte de la ciudad, no se registraron daños a la propiedad ni se pusieron en peligro vidas humanas.
El gerente de Gobierno y Gestión subrayó que gran parte de las afectaciones se observaron en áreas que no pertenecen al municipio de Puebla, a pesar de las imágenes que circulaban sobre inundaciones más graves. Domínguez Sánchez también mencionó que se mantuvieron vigilantes de los niveles y el funcionamiento de los vasos reguladores en la ciudad, lo que contribuyó a evitar riesgos mayores.
"Estuvimos pendientes también de los vasos reguladores de la ciudad y se mantuvieron en sus niveles óptimos, entonces si bien fue una lluvia fuerte, en la ciudad estuvieron atendidos y controlados todos estos elementos respecto al Operativo Acuario", concluyó el funcionario.
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