Puebla

Transición a la democracia enfrenta un deterioro silencioso: Ibero Puebla

El régimen democrático en el país no se encuentra “muerto” de ahí la necesidad  de la participación política y social en todos los niveles para que la democracia deje de ser de baja intensidad y genere bienestar, coincidieron académicos de la Universidad Iberoamericana Campus Puebla.

Durante la presentación del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática, Roberto Alonso Muñoz, académico de la Ibero Puebla, señaló que la transición de democracia en el país enfrenta un deterioro silencioso pero persistente.

No obstante, aseguró que la calidad democrática en México se encuentra bajo asedio en el ámbito subnacional, ejemplo de ello, se encuentra en la “Ley Bonilla” en Baja California y “Ley Garrote” en Tabasco que genera un retroceso y atropellos que pueden expandirse a otros estados, si no existe un contrapeso efectivo.

“Es necesario la participación desde abajo porque es la única que puede reconstruir este tejido social fragmentado en este país porque parte de las situaciones de corrupción e impunidad en que vivimos tiene que ver con esta falta de participación política y social de los ciudadanos”, subrayó. 

Por su parte, Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento de Ciencias Sociales, cuestionó el proceso de transición a la democracia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pues señaló que según encuestas de opinión ciudadana “la democracia representativa en México no goza de buena salud”.

Desde su perspectiva, el régimen político en México debe de pasar de caquistocrático (régimen político de elites políticas) a democrático; sin embargo, lamentó que el actual gobierno federal no ha planteado el cambio de régimen en su totalidad hacia una democracia efectiva.

Comentó que de acuerdo con el informe Latinobarómetro 2018, el 38 por ciento de los mexicanos apoya esta forma de gobierno, es decir, solo cuatro de cada diez; en tanto, el 38 por ciento les da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático.   

Mientras que el 67 por ciento de los mexicanos percibe una democracia con problemas y el 16 por ciento de los habitantes se encuentra satisfecho con el régimen democrático que impulsa el titular del Poder Federal.

“Estas cifras revelan un serio malestar con la democracia como es conocida y experimentada, obligando a enfocar la mirada en la calidad de la misma”, opinó.

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