Tlaxcala, Tlax.- La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala enfrenta críticas por casos recientes donde personas inocentes permanecieron años en prisión, acusadas sin pruebas sólidas y bajo señalamientos de tortura y fabricación de culpables.
Cuatro historias recientes muestran un patrón: la urgencia por presentar resultados a costa de la vida de inocentes y la exposición de la corrupción institucional.
Casos emblemáticos de injusticia
Keren N. fue detenida en Veracruz sin orden judicial, sometida a tortura y negligencia, y condenada a 50 años de prisión. Tras nueve años encarcelada, el Poder Judicial dictó su absolución en abril de 2025.
Pedro Francisco N. fue arrestado solo por coincidir en nombre con un homicida. Pasó dos años en el Cereso de Apizaco antes de ser liberado tras demostrar su inocencia.
Edson N., acusado del asesinato del exdiputado Omar Milton, permaneció casi tres años preso hasta ser absuelto por falta de pruebas, aunque la Fiscalía busca reabrir su caso.
Raymundo N. y Saúl N., implicados en el linchamiento de Tlalcuapan en 2022, fueron acusados injustamente pese a evidencias de su inocencia. Ambos fueron absueltos tras procesos legales prolongados, el último el 4 de septiembre de 2025.
Prácticas preocupantes de la Fiscalía
Estos casos revelan la fragilidad de las investigaciones y una práctica peligrosa: fabricar culpables visibles para encubrir la incapacidad de procurar justicia real, cuestionando la labor de la fiscal Ernestina Carro Roldán y la confianza ciudadana en el sistema judicial de Tlaxcala.
