El alcalde respondió a los señalamientos señalando que Rivera Pérez debería haber sido autocrítico antes de cuestionar la gestión presente. Según Chedraui, la administración anterior dejó a la ciudad en condiciones deficientes que repercuten en la infraestructura urbana y la calidad de los servicios públicos. “Estoy totalmente de acuerdo en que hay que ser responsables, pero antes de criticar debió ser autocrítico, porque dejó hecha un desastre la ciudad”, declaró.
El intercambio evidencia la tensión entre partidos y exfuncionarios que buscan posicionarse en la arena política local. La crítica de Rivera Pérez se produjo en un contexto de renovación interna en el PAN, y su intervención fue percibida por algunos analistas como un intento de ganar visibilidad mediática más que un análisis profundo de la situación de la ciudad.
Por su parte, Chedraui Budib subraya que asumir responsabilidad no significa únicamente señalar deficiencias, sino también reconocer los problemas heredados de administraciones previas y justificar las acciones tomadas para atenderlos. Expertos en política local destacan que este tipo de confrontaciones públicas refleja la polarización y la dificultad de mantener un discurso constructivo entre actores que compiten por legitimidad ante la opinión pública.
Mientras la discusión política continúa, los ciudadanos observan con atención cómo estas declaraciones impactan la percepción sobre la gestión municipal, especialmente en materia de infraestructura y servicios urbanos, áreas donde la continuidad de problemas históricos sigue siendo evidente.