Por: Cortesía

Puebla

En Puebla capital, especulación inmobiliaria crece 14 veces, advierte catedrático de la UPAEP

Puebla, Pue.- El crecimiento desmedido de la especulación inmobiliaria en la capital de Puebla ha alcanzado proporciones preocupantes, llegando a ser hasta 14 veces mayor que el aumento en tamaño de la población, según alerta un catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

El profesor Octavio Flores Hidalgo, de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP, enfatiza que el problema radica en el aumento exponencial de la ciudad y en la emisión de permisos sin restricciones. Hidalgo considera que el agotamiento del suelo es un tema crítico, ya que se ha convertido en un recurso limitado en términos de accesibilidad.

Este crecimiento inmobiliario desmesurado contrasta fuertemente con la expansión horizontal de la ciudad, lo que acarrea implicaciones ambientales y económicas significativas para el municipio, al demandar mayores servicios y enfrentar complicaciones administrativas.

El académico destaca que la falta de regulación y la ausencia de conciencia social han permitido que los desarrolladores inmobiliarios operen con amplia libertad, aprovechando la escasa supervisión. Esta falta de control ha llevado a situaciones caóticas que requieren regulación posterior por parte del municipio.

Flores Hidalgo subraya que el municipio ha perdido el control debido a esta falta de regulación y conciencia social. En muchos casos, los proyectos inmobiliarios enfrentan problemas legales y administrativos al llegar a la etapa notarial, lo que resalta la necesidad de una planificación más efectiva.

Frente a este panorama, el especialista propone la adopción de estrategias de reciclaje y regeneración urbana en áreas subutilizadas, así como la revitalización de zonas actualmente inaccesibles económicamente para la mayoría de los habitantes.

Flores Hidalgo destaca que la desigualdad en los ingresos y la capacidad de compra obstaculiza la posibilidad de inversión en terrenos y viviendas para muchos. Las políticas de regulación del suelo, en ocasiones, no son asequibles para el público en general, perpetuando un ciclo de crecimiento insostenible.

Además, aproximadamente el 30 por ciento de las construcciones en el país sufren modificaciones por parte de los dueños debido a la autoconstrucción y las adaptaciones familiares con el paso del tiempo. Esto complica aún más la capacidad del municipio para supervisar y regular este crecimiento dinámico y cambiante.

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